Estamos en época de pandemia, eso ya lo sabemos todos y algunos lo están sufriendo duramente en su día a día. Tenemos identificado el virus, al que hemos etiquetado como COVID-19 con sus respectivas variantes (Alfa, Beta y Delta). Estamos vacunándonos para sobrevivir al ataque del virus, mortal y traicionero.
Pero tenemos otros tipos de virus en las que las vacunas cada vez son más ineficaces. Todos ellos dentro de lo que llamaré el “Covid-cerdo” con varias variantes. Detallaré algunas:
Covid-botellón: sus síntomas se hacen evidentes en aquellas personas, que después de hacer su botellón particular, no son capaces de tirar los envases a la papelera (algunas de ellas a tan sólo un metro o menos de distancia), dejándolos en plena calle (latas, botellas rotas, etcétera) con el peligro que puede suponer para menores y adultos.
Covid-cáscaras: sus síntomas se hacen evidentes en aquellas personas, que después de haberse dado un atracón de pipas, almendras o cualquier alimento similar, no son capaces de tirar las cáscaras a la papelera del mismo ejemplo anterior.
Covid-excrementos: sus síntomas se hacen evidentes en aquellas personas que no son capaces de recoger los excrementos de su mascota con la bolsa de plástico, que muchas veces llevan pero que, entiendo no saben para qué sirve, y dejarla, como en los anteriores, en las papeleras colocadas para tal efecto.
Y así podrían añadirse más ejemplos; seguro que el que está leyendo este apunte ha visto más casos que se encuadran dentro de la familia del “Covid-cerdo”. Las consecuencias de este tipo de virus derivan de la suciedad que crea en el entorno, afectando a las personas que viven en las zonas donde se desarrolla.
Antes, la vacuna de la educación y el civismo funcionaba. Hoy en día se requiere otro tipo de vacuna más efectiva. Yo no la he descubierto, espero que los investigadores sociales encuentren alguna. Por el momento intento ser lo más inmune posible a este tipo de virus, a ver si con el ejemplo, alguno de los contagiados toma medidas para curarse.
Jesús Moreno Garrido