Cuando se menciona la figura del psicólogo, muchas personas empiezan a incomodarse, intentan cambiar de tema o incluso se asustan al pensar que la otra persona deba recurrir a ellos. Todos hemos oído aquellas frases de “yo no estoy loco”, “qué le voy a ir a contar yo a un desconocido”, “no hay mejor psicólogo que un amigo”, etcétera. Todas estas frases reflejan desconocimiento y prejuicios respecto a los psicólogos. A día de hoy ir al psicólogo sigue siendo un tema tabú y consideramos que debe dejar de serlo ya que, si cuando te encuentras mal acudes al médico, cuando sientes malestar emocional o psicológico necesitas la ayuda de un psicólogo. Es por ello que queremos explicaros qué es un psicólogo.
Si esperas ir al psicólogo y que te dé respuestas, te solucione los problemas o te diga si haces las cosas bien o mal, no lo hará ya que no es su función. El psicólogo te aportará las herramientas necesarias para que puedas manejar por ti mismo tus problemas, te ayudará a que encuentres tus propias respuestas. Tenemos que tener presente que acudir al psicólogo se debe concebir como una forma de mejorar nuestra vida y no una razón para sentirnos estigmatizados.
¿Por qué un psicólogo nunca te dirá que debes hacer? Un motivo es porque cada uno tiene su propio ritmo de afrontamiento de la realidad, necesitamos nuestro tiempo para recopilar información y así poder tomar una decisión más consciente. Por ejemplo, un psicólogo puede ver una pareja y pensar que la mejor opción es que se separen, pero, puede que la pareja no esté preparada para dar ese paso. Por ello la función del psicólogo será ayudarte a comprender lo que es mejor para ti y lo que quieres de verdad analizando la situación desde una perspectiva más objetiva.
Otro motivo es porque debes asumir la responsabilidad de tus decisiones. Uno de los objetivos de la terapia es que tomes las riendas de tu vida. También debes comprender que no existen buenas o malas decisiones, sólo existen tus propias decisiones, que seguramente serán las más adecuadas al momento de la vida en el que estás, y al final quien debe decidir eres tú. Además, es probable que reacciones mal ante los consejos. Al principio puede parecerte genial lo que te diga, pero, con el paso de los días, si no estás preparado, empezarás a buscar razones en contra, llegando incluso a pensar “¿¡Cómo se atreve a decirme qué debo hacer?!”.
Otro motivo es porque debes crecer y no desarrollar una dependencia al psicólogo. Cuando tu llevas el coche al taller porque tiene un problema esperas que te lo arreglen y no aprender sobre mecánica, ¿verdad? Pues cuando decides ir a la consulta del psicólogo es justo lo contrario, debes aprender “mecánica psicológica” para solucionar el problema y poder solventar posibles dificultades en el futuro.
La terapia es un buen recurso para todo el mundo, porque no somos perfectos e invencibles y, a veces, necesitamos puntos de vista externos que enriquezcan el nuestro.
En muchos casos, la visita al psicólogo llega cuando te encuentras verdaderamente mal, pero, si estar con un dolor de barriga terrible durante meses y no ir al médico no tiene mucho sentido, tampoco lo tiene el de aguantar el dolor emocional sin acudir a un psicólogo.
Así pues, si algo te produce malestar y afecta a tu vida cotidiana, consulta con un psicólogo; porque hablar de psicología es hablar de mejorar nuestra calidad de vida.
Ícaro Centre de Psicologia i Reeducacions
Vamos que el psicólogo te da su opinión, que habrán miles de paicologos con miles de opiniones diferentes, y tú la aceptas o no y con esa información luego decides cómo actuar. Pues vaya estafa